HISTORIA DEL ARCHIVO
El estudio de los archivos y su documentación es tan antiguo como la
organización social de la humanidad. Sus orígenes podrían remontarse a la
aparición de la escritura. Los primeros archivos aparecen con los primeros
Imperios. Eran una herramienta de control de la población y de la riqueza.
Desde las monarquías surgidas en el Asia Anterior hasta el Bajo Imperio Romano,
pasando por las civilizaciones egipcia y griega, se tiene constancia de la
existencia de archivos y de fondos organizados.
Los primeros documentos son documentación legal (leyes), documentación de
control de las personas (padrones), documentación de hacienda (censos,
catastros, títulos de propiedad). También hay mucha documentación militar
(registros de soldados, quintas) y mucha documentación privada.
Las excavaciones de Tell Hariri, Ras-Shamra o Nipur han dejado muestras de la
existencia de archivos en la antigüedad: archivos reales, de los templos e
incluso bancarios. Las excavaciones de Ugarit son las únicas que han dejado
constancia de la organización de los fondos.
El reparto de la documentación en las salas es buen ejemplo del respeto y
conservación de los archivos bajo una clasificación rigurosa. Pero desconocemos
su clasificación original y por tanto los criterios empleados.
En total se han excavado cerca de 400.000 tablillas de arcilla. Los Sumerios,
los Arcadios y los Babilonios escribían sobre ellas. Eran tablas rectangulares
con esquinas redondeadas y se escribía estando blandas. Escribían con un punzón
metálico. Se usaba la escritura cuneiforme. A veces se escribía sobre madera,
marfil y pieles.
Los archivos y documentos estaban a cargo de los Escrivas. Eran una clase
dirigente que se originan en el servicio a los templos. En Ur, el archivero era
además inspector de canales.
Se crean depósitos especiales para los archivos. Se buscaba que tuvieran una
climatización adecuada. Las tablillas se colocaban en las paredes sobre
estanterías de obra recubiertas de asfalto.
También se colocaban en nichos independientes. Se les mete en cajas de madera,
cestas de paja, jarras de arcilla.
Los documentos normalmente eran de acceso restringido. Solamente podían
utilizarlo sus productores y los oficiales de la administración con
autorización previa.
Destacaban el archivo de Ebla (23 Antes de Cristo) con 17.000 tablillas de
arcilla. Se encontraron libros con contabilidad, registros de transacciones
mercantiles, estatutos de gobierno y tratados de esta ciudad con otras de su entorno.
En Mari, en el 1700 Antes de Cristo, se encontraba Iasim Sumus, el primer
archivero del que tenemos noticia.
EGIPTO Y EL ARCHIVO
En Egipto, es básico el archivo, porque no se sostiene si no se pueden
registrar las propiedades y la producción. Después de cada inundación que
sufría el río Nilo, había que reconstruir las propiedades.
El factor que hace que los archivos en Egipto sean abundantes es la materia
escritoria. Escriben sobre pápiro. Tiene desventajas porque es frágil. Pero
entre las ventajas, es que es barato. Es un material fácil de escribir en
tinta. Se escribe con pinceles hechos en junco. Se puede guardar en forma de
rollos y se puede tener gran cantidad de documentos en poco espacio.
También emplean trozos de cerámica o tablillas de arcilla sobre todo para la
correspondencia diplomática.
También los Escrivas escriben en Egipto. Son personajes influyentes en la
política nacional. Solían ser príncipes de las casas reales.
En muchos documentos encontramos notas indicando que se pase al archivo, que se
guarde correctamente, etc.
Las clases de documentos que se producen en Egipto son registros de propiedad,
catastros, cuentas, listas de reyes, y a veces, documentos privados.
Había archivos en los Palacios Reales, en los Templos y en las oficinas
gubernamentales. En cada provincia, había un archivo provincial, heredado poco
después por los romanos. También se deposita documentación privada como actas
matrimoniales, transacciones particulares, recibos, etc.
Utilizaban etiquetas para identificar su rollo de pápiro. Se incluía año,
símbolo del faraón, responsable del documento y los asuntos.
Iniciaron la práctica de destrucción de documentos y su posterior
reutilización. Es el inicio del expurgo.
EL USO DEL ARCHIVO EN GRECIA
Las fuentes que poseemos sobre los archivos griegos son indirectas: los
historiadores, las inscripciones epigráficas y los restos arqueológicos. La
conquista violenta que sufrieron ha hecho que se pierdan fuentes importantes
para su historia.
En Grecia, se encuentran archivos idénticos a los egipcios. Son de tablillas de
arcilla con documentación económica. Cuando se organiza el Estado en Atenas, no
hay archivos, pero hay hombres memoria. Daban fe de lo que se trataba en el
Consejo. En el siglo V Antes de Cristo, aparece el archivo escrito. Se emplea
el pápiro empleado en Egipto, tablillas de madera, para documentos de uso
frecuente. Se emplea la piedra de mármol cuando se quiere que los documentos
sean conocidos por todos y el pergamino.
Los primeros archivos, son los archivos de la ciudad, guardados siempre
en templos. En Atenas, se guardaban en el templo de Cibeles. Los archivos
atenienses conservaban actas del Consejo de Gobierno, listas de ciudadanos,
tratados con otras ciudades y documentos patrimoniales. Las referencias son
cronológicas. El acceso era público para los ciudadanos.
En Grecia, el jefe del archivo, era el presidente del comité ejecutivo de la
Asamblea Nacional. Era puramente ceremonial. Escribían los secretarios del
Consejo, sus ayudantes y los esclavos escrivas. Surge el concepto de publicidad
como atributo propio de los archivos públicos. Se contempla el principio de
autenticidad documental y su vigor legal. Hoy en día, no nos queda más que
referencias literarias.
A partir de Alejandro Magno, se une la tradición de los archivos griegos y
orientales, sobre todo de los persas.
La cancillería persa funcionaba con la tradición de los archivos.
Confeccionaban registros. Estaban ordenados cronológicamente. Cuando el rey se
trasladaba a otro palacio, se llevaba copias. Los persas eran polivalentes.
Empleaban tablillas de arcilla, pergamino y pápiro según la función de los
documentos. Para los archivos definitivos, empleaban tablillas de arcilla. Para
la correspondencia y el valor temporal, se empleaba el pápiro sellado con
sellos de arcilla. El pergamino se empleaba para la correspondencia definitiva.
Alejandro Magno desarrolló una maquinaria estatal muy potente y unos buenos
archivos, que se reflejan en las provincias, sobre todo en las Seleúcidas en
Siria y los Ptolomeos en Egipto.
En la época de los Ptolomeos, se crean archivos especializados en propiedades
privadas. Desarrollaban los trámites administrativos de los documentos. Por un
lado se guardan los originales, por otro se guardan los resúmenes, por otro los
índices de los documentos originales. Tienen un desarrollo espectacular los
archivos privados.
ROMA Y EL ARCHIVO
En Roma, se empleaban tabletas de madera, bien albas, bien ceratas. Las
albas se empleaban cuando el documento se quería que tuviera una duración
indefinida. Las ceratas se usaban para documentación que no se quería conservar
indefinidamente.
Los primeros archivos romanos son los públicos. El primero es el archivo del
tesoro (Aerarium). Estaba situado en el templo de Saturno. Recogía toda la
documentación económica de la República y los comentarios de los cuestores,
además de las sentencias del Senado. También había archivos especializados como
el de los Tribunos de la Plebe. Estaba en el Templo de Ceres. Era
independiente, porque no se fiaban de los Senadores. Pensaban que podían
destruirse los registros electorales y las resoluciones favorables a la Plebe.
También existía el archivo de los Censores en el Templo de las Ninfas. Se
conservaban los registros de los cabezas de familia. También existía el archivo
de los Pontífices. Recogía toda la documentación necesaria para la elaboración
del calendario. Además, en este archivo se recogían todas las fórmulas sagradas
que se utilizaban en los sacrificios y los informes que los Pontífices redactaban
sobre los problemas legales.
En el año 78 Antes de Cristo, se construye el Tabularium, el Archivo Central de
Roma. Se construye en pleno Foro junto al Senado. Tuvieron la previsión de
construirlo en piedra.
Junto a estos archivos públicos, en cada casa existía un archivo familiar
llamado Tablinun. Estaban situados junto al altar de los dioses familiares.
El personal de archivos estaba liderado por los cuestores. Los que se
encargaban del archivo eran los librarios o secretarios.
Con la llegada del Imperio, se crean los archivos provinciales, y se crea el
archivo del César, y se crean secciones distintas como milicia, hacienda,
patrimonio y diplomática.
Se desarrollan los archivos del notariado. A partir de Justiniano, aparece el
notario, que se encarga de dar fe de documentos privados. Antes existían los
documentos emanados del gobierno central. Aparecen los archivos de protocolos.
El archivo en esta época se definía como lugar sagrado y los papeles tanto
públicos como privados obtenían custodia y seguridad. El acceso estaba
reservado a determinados funcionarios y la documentación pública era un
instrumento para el ejercicio del poder. Sus archivos estaban centralizados
hasta que Justiniano estableció que debería de existir uno por cada provincia.
LA EDAD MEDIA EN EL USO DEL ARCHIVO
Con los bárbaros, llega la disolución de las estructuras administrativas del
Imperio Romano y se destruyen los archivos. El derecho germano se va
superponiendo al romano. En el siglo VI, el pergamino sustituye al pápiro como
medio de escritura. El pergamino es caro, y por lo tanto encarece los
documentos. Entre los siglos VI y XIII, apenas se escribe. La lengua en la que
se escribe, también hace costosos los documentos.
El documento se convierte en un objeto sagrado. De la letra romana se derivan
letras distintas, hasta que en el siglo XI aparece la letra carolina. Se
produce una caída del documento escrito, debido en parte al descenso del nivel
cultural.
No hay sedes físicas como sedes de los archivos. Estamos en un período oscuro.
Solamente se conservan archivos en los monasterios. Allí se reúnen los pocos
que saben leer y escribir. San Benito de Nursia, redacta la Regla del Monacato
de Occidente, por la cuál obliga a que los monjes sepan escribir. Se adopta el
formato Códice, mantenido durante siglos.
El primer intento de organizar un archivo estatal corre a cargo de Carlomagno.
Organiza una cancillería, y desde allí, salen aptas de las reuniones con los
nobles, diplomas y capitulares. Este primitivo archivo tenía su sede en
Aquigrán. Los vikingos acabaron con este archivo.
Todos los demás archivos europeos inician su andadura en el siglo XI, cuando se
consolidan los reinos europeos. Los reyes montan sus archivos para guardar sus
documentos. Los archivos no son fijos, van con el rey. Por ello se pierden
muchos documentos. En la época visigoda aparece el thesaurus, que era el lugar
en el cual se guardaban los documentos del rey, los códigos y los tratados
internacionales.
En esta época se guardaban también los documentos de propiedades y privilegios
feudales. Se desarrollan dos instrumentos archivísticos muy interesantes: Los
Registros y los Cartularios.
Los registros son libros o cuadernos donde se transcriben documentos otorgados
por una persona o entidad. Los primeros registros que se conocen se elaboraron
en la Cancillería Pontificia en el siglo XII. Para que tengan valor, deben
hacerse por voluntad del que emite la documentación. Es la única institución
que conserva la tradición administrativa romana.
En los Cartularios, se copian las cartas que se reciben. Reciben el nombre de
Rollos, Becerros y Tumbos. Este sistema se mantiene a lo largo de toda la Edad
Media. Se conservan los documentos solemnes y de valor.
La práctica de los registros se extiende por el resto de Europa. Juan sin
Tierra, es el primer rey inglés que pide que se le registren sus cartas. En la
Península Ibérica, los primeros registros importantes son los de la Corona de
Aragón.
El Domesday, es un libro de registro editado por Guillermo el Conquistador.
Está escrito en latín. Se registran todas las propiedades de los nobles
ingleses.
En el siglo XII se recupera el derecho romano y el procedimiento administrativo
inherente. Se introduce una clasificación sistemática y una clasificación
cronológica y se comienzan a conservar en legajos.
Entre los siglos XIII y XIV se comienzan a crear archivos de entes locales,
archivos eclesiásticos con una red estructurada y organizada y archivos
privados.
EL ARCHIVO EN EL ANTIGÜO REGIMEN
En el siglo XV, se empiezan a montar archivos reales con una sede fija.
Recuperan documentos de manos privadas y buscan lugares seguros para depositar
el archivo. Nombran archiveros casi profesionales. El primer archivo serio, se
lo debemos a Maximiliano I de Habsburgo. Quería centralizarlo en Innsbruck. Los
Reyes Católicos ordenan la concentración de sus archivos en la Chancillería de
Valladolid.
A partir del siglo XVI aparece el concepto de archivo de Estado. Se
caracterizan estos archivos por la concentración de todos los fondos
documentales dispersos. España fue la pionera en la creación de este tipo de
archivos.
En 1543, Carlos I de España funda el Archivo General de Simancas. En Portugal,
se crea el Archivo Central en la Torre de Tombo (Lisboa). En Francia, intentan
crear un archivo en el Louvre. En Inglaterra, en 1578, se crea un archivo para
los papeles de Estado. En Italia se crean los archivos de Florencia, Siena y
los Archivos Vaticanos.
Aparecen tres herramientas de descripción nuevas: los inventarios topográficos,
los inventarios cronológicos y los inventarios por asuntos.
A lo largo del siglo XVII se mejoran los métodos de concentración archivística
y se organizan los archivos administrativos
A finales del siglo XVIII, empieza la investigación en los archivos. En España,
la persona que simboliza este trabajo, es el padre jesuita Marcos Burriel, pero
la investigación que se hacía en esta época, era bajo sospecha, porque eran
Archivos de la Corona. Se necesitaba un permiso específico que raramente se
concedía.
EL ARCHIVO EN EL SIGLO XIX
Con la Revolución francesa, se produce una revolución en los archivos. El 25
de junio de 1794 se nacionalizan los archivos franceses. Se crea el Archivo
Nacional, y se reconoce el derecho a la consulta de los documentos públicos.
Este derecho, se reconoce en España en 1844. El Archivo Nacional de España se
crea en 1868. Se crean las Escuelas de Archivística y se inicia la publicación
periódica de los documentos más importantes de los archivos.
Napoleón pretendió concentrar en París los archivos de los diversos países
europeos. En el siglo XIX, se empiezan a depositar en los archivos soportes
distintos del papel, como la fotografía o la microforma. Se empiezan a conceder
los archivos como fuente de poder, sustanciados sobre los conceptos de los
derechos del Estado sobre los documentos públicos, la estructuración de sus
fondos y la concepción del archivo como territorio infranqueable.
Se detecta una conciencia de la documentación como fuente de información para
el ejercicio del poder interno y externo. Se constata a través de los
siguientes conceptos: Los derechos del Estado sobre los documentos públicos,
conciencia de las entidades públicas o privadas sobre la importancia de sus
documentos y concepción del archivo como territorio infranqueable.
Durante el siglo XIX se inicia el período de desarrollo archivístico que
configura la archivística como una disciplina creciente y cuyas necesidades de
partida fueron las siguientes: concentrar la documentación de las entidades desaparecidas
y concebir un sistema global de organización de los fondos documentales. Se
crean grandes depósitos documentales para concentrar fondos.
Estos archivos no fueron creados solo con la idea de conservar la documentación
oficial. En España se crean también para conservar la documentación de las
entidades religiosas desamortizadas. Se comienza a diferenciar entre archivo
histórico y administrativo..
Nacen dos elementos de descripción: la analítica, que hace de los documentos
consideraciones de orden paleográfico, diplomático e histórico y la sintética,
que consisten en describir la mayor cantidad posible de documentación. Nace el
principio de respeto de los fondos basado en tres premisas: Todo fondo es
producto natural de la actividad, la concepción del documento viene dada por su
estructura interna y exige el conocimiento de los procesos administrativos del
autor.
SIGLO XX. ARCHIVOS INTERMEDIOS
En el siglo XX, se crean archivos intermedios, que conservan documentos que
ya no tienen valor administrativo pero que todavía no se sabe si se van a
conservar o no. En su primera mitad se caracteriza por la consolidación de los
avances experimentados y una producción profesional más abundante. La
archivística se debate entre lo decimonónico y la modernidad. En los países
desarrollados aumenta la sensibilidad social por los archivos. La Profesión
continua sin despegarse de su adscripción a la documentación histórica.
Crecen los archivos privados por la creación de las distintas Leyes de
Archivos. Un carácter importante de los archivos en el siglo XX, es el carácter
que le da la legislación. Identifica que es un documento de archivo. Las
necesidades de la administración obligan a la profesión a replantearse sus
presupuestos, ya que abarcan desde las oficinas hasta la conservación
definitiva.
Otra cosa importante es la creación de redes y de sistemas de archivos. Una
red, es un conjunto de instituciones archivísticas que tienen un convenio entre
sí. Para que haya una red, tiene que haber un acto jurídico para que el archivo
se comprometa a participar. Un sistema de archivo es un conjunto de elementos
que componen la política archivística de un país determinado. Tiene que haber
una Ley de Archivos y una red de archivos y unas prácticas archivísticas
comunes. También componen el sistema de archivos el personal y los archivos.
La Segunda Guerra Mundial marca el despegue de la archivística por la necesidad
de investigar y difundir el conocimiento y la expansión de la democracia como
modelo de organización social. Por ello la archivística y los profesionales
varían considerablemente.
La literatura profesional se dispara y evoluciona al ritmo de las nuevas
necesidades y el campo de actuación de la archivística se ha extendido al de la
Administración. La ampliación del mundo archivístico ha llevado a la
participación del mundo profesional y las nuevas tecnologías han abierto campos
inéditos como el audiovisual y la informática.
Las necesidades informativas y el derecho al libre acceso han creado el campo
del derecho y ha dado lugar a un nuevo concepto sobre usuarios. El mundo
archivístico desborda el ámbito nacional y trasciendo a lo universal.
Hasta el comienzo del siglo XX, los archivos estaban aislados porque
funcionaban por libre. Con la llegada del siglo XX, se acaba el aislamiento de
los archivos, ya que se creen redes de cooperación y sistemas de archivos.
Tomado de http://www.mundoarchivistico.com/?menu=articulos&id=289
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